martes, 25 de marzo de 2008

Vivir hasta los 100 años


Gracias a los avances de la medicina, los hábitos alimenticios más sanos y la disminución del consumo de cigarrillos, la gente tiene más posibilidades de vivir hasta los 100 años que en cualquier otro momento de la historia. Aquí le presentamos algunas grandiosas maneras de aumentar sus probabilidades:

Haga una Dieta Sana para el Corazón

Se ha demostrado que una dieta mediterránea es la mejor opción para envejecer sanamente y prevenir enfermedades. En la lista de países del mundo, clasificados por promedio de vida, Francia, Italia, Grecia, España e Israel se encuentran entre los 25 primeros; Estados Unidos ocupa el puesto 45. Una dieta mediterránea es rica en coloridas frutas y vegetales, aceite de oliva, pescado y alimentos integrales y cuenta con pocas comidas procesadas, envasadas y refinadas. Las investigaciones demuestran que esta dieta reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares de manera más efectiva que otras dietas, incluso aquellas para bajar de peso.

Lea el Diario

Los centenarios suelen estar al tanto de los sucesos de la actualidad y tienen mucho interés por lo que pasa en el mundo que los rodea. Desconectarse, aislarse y retraerse puede marcar el comienzo del deterioro y la pérdida de función. Estar conectado con la actualidad mantiene su cerebro trabajando y aumenta las motivaciones en la vida.

Siga Adelante y Multiplique

Tener hijos –sobre todo si usted es mujer- puede ayudarlo a vivir más tiempo. De hecho, dar a luz después de los 40 años cuadruplica, o aún más, las probabilidades de que una mujer viva hasta los 100. Los estudios también confirman que los hombres que son padres viven más, especialmente si forman una familia desde jóvenes.

¡Beba!

Los estudios indican que usted puede llegar a vivir más tiempo si consume ciertas bebidas – especialmente té (más de cuatro tazas por día de té verde, té negro o té oolong). Aquellas personas que beben té presentan un índice menor de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y otras causas. El consumo moderado de vino (hasta 1 copa por día para las mujeres, hasta 2 copas por día para los hombres) también ha demostrado que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El café es otra potencial “bebida sana”, ya que los estudios indican que el consumo moderado de café ayuda a prevenir la diabetes, los cálculos biliares, la enfermedad de Parkinson, la cirrosis, las piedras en riñones e incluso enfermedades del corazón.

Cuide su Cintura

Los centenarios son poco comunes, y los centenarios obesos… simplemente no existen. Cuidar la línea es un requisito si planea vivir hasta los 100. Es aún más importante si usted es de aquellas personas que llevan equipaje de sobra en el “compartimiento barriga”, donde el exceso de peso contribuye a aumentar las enfermedades de corazón, la hipertensión arterial y la diabetes.

Contraiga Matrimonio

Los solteros tienden a vivir menos que los casados. En el año 2006, un estudio realizado por el Journal of Epidemiology and Community Health (Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria) demostró que la gente que nunca se casó tenía un 58% más de probabilidades de morir antes que un grupo de personas casadas de la misma edad. La gente divorciada y separada tenía un 27% más de probabilidades de morir antes que la gente casada.

Tenga Fe

Cuando los investigadores compararon las ocupaciones con la esperanza de vida, encontraron que los clérigos estaban entre los hombres que viven más tiempo y que las monjas estaban entre las mujeres más ancianas. Aunque las razones aún no son claras, la mayoría de los centenarios informaron que practican regularmente algún tipo de religión o creencia.

Compre la Granja

Si usted quiere vivir muchos años, y siempre soñó con tener su propia granja orgánica, éste puede ser el momento. Los estudios demostraron que vivir en el campo prolonga la vida en comparación con aquellos que habitan en la ciudad.

lunes, 24 de marzo de 2008

Sindrome PostVacacional


Cada vez con más frecuencia leemos y escuchamos sobre esta entidad que afecta a un importante número de personas. Trataremos desde aquí de encuadrar el término, sus causas y efectos, así como la manera eficaz de prevenir el síndrome postvacacional, depresión post vacaciones, síndrome de la vuelta al trabajo, estrés postvacaciones, etc.
¿Qué es el síndrome postvacacional? En realidad es un concepto amplio que describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones. Esta inadaptación conlleva una serie de síntomas en forma de desequilibrios físico-psíquicos (reacciones), que suelen remitir al cabo de dos semanas en algunos extremos, lo habitual es que remitan a los pocos días, según expresan los estudios de los expertos, en el que un 35% de trabajadores españoles de entre 25 y 40 años sufren esta alteración.
Estamos ante un conjunto de síntomas que reflejan un estado de ánimo como reacción de rechazo al trabajo tras un período más o menos prolongado de vacaciones. Estos síntomas pueden situarse próximos a la depresión, irritabilidad, astenia, tristeza, apatía, ansiedad, insomnio, dolores musculares, tensión, nauseas, extrasístoles (palpitaciones), taquicardias, sensación de ahogo y problemas de estómago, entre otros.
Como se puede comprobar es amplio el abanico de síntomas que rodean a este síndrome, lo que no nos debe llevar a la conclusión de que porque suframos de insomnio, por ejemplo, padecemos esta alteración. Cualquiera de estos síntomas o alteraciones físicas o psicológicas nos debe hacer buscar y averiguar su verdadero origen siempre, descartando cualquier otra causa.
¿Cuáles son los mecanismos de producción de este síndrome? ¿Por qué nos ocurre? Aquí tenemos que decir que el desajuste horario es la principal causa, seguida del cambio en el ritmo diario y en los ciclos, cambio en las comidas y sobre todo, en nuestra actividad social relacional. Si a esto le añadimos el regreso a un entorno de demandas y exigencias y a un ritmo que nos hace cambiar bruscamente nuestros hábitos de las últimas semanas, tenemos muchas posibilidades de ser víctimas del síndrome postvacacional. No nos afecta de igual manera a todas las personas, porque debemos tener en cuenta que además de la variable de entorno, existe otra variable más importante aún: la percepción subjetiva, la vivencia de nuestra vuelta al trabajo, y dicha vivencia puede ser positiva o negativa. Nosotros somos quienes debemos hacerla positiva. Eso sería como decir que entre escoger el vaso medio lleno o medio vacío, escogemos verlo medio lleno.
¿Qué podemos hacer para evitarlo? Debemos reconocer que el entorno de trabajo es un elemento fundamental junto a la percepción que de dicho entorno tenemos. Así, la relación con jefes, colaboradores y compañeros ha de basarse en una comunicación fluida, que puede hacer más llevadero el proceso de adaptación al regreso. El tiempo que estamos de vacaciones también es otro elemento que influye notablemente. Nosotros aconsejamos repartir o dividir el periodo de vacaciones de modo que podamos disfrutarlas en dos periodos siempre que sea posible. Una vez que el fin de las vacaciones está próximo, no dejar todo para última hora, sino regresar tres o cuatro días antes e ir adaptando nuestro ritmo al habitual.
Ya en nuestro puesto de trabajo, comenzar de manera gradual, siendo conscientes de que nuestro rendimiento irá creciendo en un par de días. Nos debemos integrar en la actividad profesional cuanto antes y si podemos, nos apoyaremos con una buena dosis de comunicación con nuestros colegas.
La coincidencia de que el primer día sea lunes puede agravar esta situación. Nuestro consejo es hacer la vuelta en un día diferente de la semana, así reduciremos el impacto psicológico de vuelta al trabajo.
Retomar la vuelta al trabajo con una actitud positiva, con visión de reencuentro con la normalidad y nuestra tarea, será nuestra meta en los primeros días sin tratar de alargar este proceso inútilmente.
¿Cuántas veces nos planteamos que nos quedan aún otros 11 meses para volver a descansar? Este planteamiento nos lleva directamente al síndrome postvacacional. Deberíamos plantearnos que volvemos con energía renovada, nunca contando el tiempo como una cuenta atrás. Cada momento debe ser aprovechado como tiempo presente. Es el único que en realidad existe, no busquemos otro.
Como decía Voltaire con respecto al trabajo: Es una forma de ganarse la vida, es el antidoto del ocio, origen de todos los vicios; y sobre todo, nos proporciona la oportunidad de ser útiles a la sociedad a la que pertenecemos


sábado, 1 de marzo de 2008

Semana Santa

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Dieta Rápida


Esta es una dieta de emergencia que te hará reducir uno o dos kilos el día que lo necesites.
Es común que estés inflamada o que hayas aumentado una poco de peso en los últimos días, por lo que aquí te damos la solución para que el vestido que vas a lucir en la fiesta te quede o para que vayas a la playa sintiéndote segura y cómoda con tu apariencia.

Se advierte que esta dieta es totalmente contraindicada para las personas que sufren de diabetes. Además, como siempre es importabnte recordar que debido a las particularidades fisiológicas de cada persona, se recomienda que antes de hacer una dieta se consulte con el médico o con un nutricionista.
Desayuno:
1 o 2 tazas de té ligero, con una rodaja de limón y una cucharadita de miel líquida. 1 jugo o zumo de fruta natural.
Media Mañana:
1 yogur natural.
Almuerzo:
1 caldo de verduras, o ensalada de frutas o jugo de tomate. 1 ensalada verde aderezada con yogur y limón. 1 yogur. Té ligero con una rodaja de lión y una cucharadita de miel líquida.
Media Tarde:
1 jugo o zumo de verduras.
Cena:
1 taza de caldo. 1 verdura al gusto al vapor. 1 ensalada verde. 1 taza de té con una rdaja de limón y una cucharadita de miel.
Antes de irse a la cama:
1 fruta o yogur natural.

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