viernes, 7 de septiembre de 2007

HOGAR Y DECORACION



EL RECIBIDOR



La vida moderna exige más comodidad que nunca, y el espacio en que vivimos debe ser ante todo práctico y hermoso.



Si se es una persona con gustos modernos, se puede optar por mezclar las funciones y los estilos en un sólo sitio para así poder ahorrar espacio.



Por ejemplo, en un salón se puede colocar una mesa de vidrio pequeña para cuatro personas. El hecho de que sea de vidrio es importante porque visualmente ocupa menos espacio. Esta mesa será apropiada tanto para cenar como para estudiar, trabajar, cocinar, etcétera.



Las sillas que se escojan deberán ser lo más simples posibles, pero además deberán ser muy cómodas para que no resulte cansado trabajar durante largo tiempo en ellas. Para esto, el estilo de las sillas de antiguos cafés o que tengan tela en el asiento y el respaldar alto son las más adecuadas.



En las paredes se puede colocar por un lado varias repisas o incluso una estantería con gavetas y puertas, donde se puede guardar todo lo que se relaciona con el servicio de la mesa, como la vajilla o los manteles, y la cristalería y los cubiertos.



En otra pared, se puede colocar un librero que vaya de un extremo a otro, y hasta el techo. Así, ahí se pueden colocar todos los libros que se desean, cuadernos, y utensilios de oficina.



Este librero puede incluso estar interrumpido en el centro o en lado para colocar una especie de pequeño aparador con gavetas para tener todo tipo de materiales, y sobre el cual se puede poner la computadora. En este caso, habría que con suficiente profundidad.



Si la estancia tiene ventana -que sería lo más recomendable- es una gran idea escoger un cortinaje de material traslúcido, para que la luz natural del día entre pero no moleste.



La iluminación es fundamental, sobre todo en un salón que se destina a tareas visuales como el trabajo o el estudio. Por eso, el ideal sería instalar lámparas que sean ajustables, para que se pueda tener la luz necesaria en la noche cuando se realice cualquier actividad



La primera impresión es siempre lo que seduce, lo que invita a ir más allá, y en tu hogar, ésta depende del recibidor.



Si el vestíbulo atrapa al visitante, el resto de la casa le parecerá hermosa y acogedora, es por esto que su estilo debe ser bien meditado. Su tamaño debe equilibrarse con respecto al tamaño de toda la vivienda. Así si la casa es pequeña, es recomendable que el recibidor transmita una sensación de amplitud, por el contrario si la casa es grande, debe ser acogedor.



El estilo de esta habitación tiene que ser lleno de detalles, pero no recargado. De esta manera, es recomendable poner una silla que combine de algún modo, ya sea por el tapiz, la madera, o el labrado, con los muebles de la sala principal.



Por otra parte, un espejo de pared en esta área de la casa amplía la visión y da la sensación de un espacio abierto al que se nos está invitando. Bajo el espejo es agradable poner una mesita o aparador donde hayan adornos como candelabros, libros, ceniceros o floreros, pues le dan vida y personalidad.



Una lámpara de pie en un rincón, en especial si no hay mucha luz es muy importante. La luminosidad además de agregar amplitud, otorga mucha calidez a las habitaciones. En la pared, según sea tu gusto puedes colocar algún cuadro de tu preferencia, pero que vaya acorde con el estilo global. Si estás decorando con una orientación clásica, un paisaje o bodegón se verá precioso. Si más bien, quieres un ambiente posmoderno, una pintura abstracta es lo indicado.



De igual forma, no debes olvidar un perchero donde tus invitados puedan poner sus abrigos y paraguas. Hay de muchos estilos y materiales, así que sólo debes tratar que combine con los demás muebles. Asimismo, la alfombra es indispensable y desde luego, también debe combinar con el concepto general del recibidor.



Si tu estilo es sencillo y funcional, sólo debes preocuparte por conseguir una butaca, un espejo, y un mueble auxiliar (mesita, aparador, cómoda).



El recibidor encanta al visitante y lo invita a pasar adelante. Es gracias a éste que un huésped puede sentirse acogido o rechazado en tu hogar, así que debes poner mucho cariño en su decoración.

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